He mirado un par de estrellas
en tu blanca y linda tez,
claras como lo son ellas,
brillando; son tu sencillez.
También miré media luna
sonriente como eclipse
muy roja; casi ninguna
digna de tu gran estirpe.
Tus ojos son las estrellas,
la media luna es tu boca
todo tu ser me provoca,
limpia; juvenil doncella.
Lejanos del azul cielo
a veces creemos estar,
te miro; eres mi desvelo...
¡¡Con tu apasionado besar !!
Dr. Salvador Santoyo Sánchez.
Un día de verano de 1970.