Detén tu vuelo,
preciosa mariposa,
ven a mi lado.
Deja que mire
tus alas y colores
por un momento.
Y luego sigue,
prosigue con tu vuelo
en la mañana.
Yo iré contigo.
El mundo de los sueños
es infinito.
Y volaremos
en busca de unas manos
que nos esperan.
Entre sus dedos
seremos recibidos
y acariciados.
Tú con dulzura
mi bella mariposa
y con ternura.
Yo con asombro
cual verso desprendido
desde tus alas.
\"Viene del norte\",
susurran unos labios
encantadores.
Y tú los rozas,
los besas en mi nombre,
\"mi mariposa\".
Rafael Sánchez Ortega ©
04/07/23