Carlos R. Barrera

¡Te suplico Señor!

Fue una noche de melancolía
La cual pensando en ti,
No pude componer un verso
Y sin embargo hice este rezo.
 
Pidiendo y rogando a Dios
Por que algún día,
Llegue a obtener tus besos
Y termine esta nostalgia mía.
 
¡Te pido suplicante Señor!...
Que esta mujer ingrata,
Abra de su corazón las puertas,
Siendo yo quien este dentro de ellas
Para poder cantarle desde sus grietas,
Que brillan tanto como estrellas,
Por no haber sido nunca descubiertas.
 
¡Te ruego y te suplico Dios mió!...
Me ayudes a comprender
Lo bueno y malo de este camino
En el cual lloro mi estío,
Y me ayudes a distinguir
El amor de la obsesión,
Para así poder seguir
Tranquilizando mi corazón.
 
¡Te suplico Señor me escuches,
Y comprendas mi tristeza en llamas!
La que ocasiona todas las noches
Que sea yo quien te llama
Y no diciéndote reproches,
Pero si pidiéndote,
La paz para mi alma.
 
¡Te suplico Señor!
Aceptes que esa mujer
Me de la calma,
Que mucho te he rogado le des,
A mi intranquila alma.


                                             Carlos R. Barrera