Mag Palmer

La mosca

La mañana era lluviosa

por fin pude inspirarme

para escribir sin apurarme

con la ventisca brumosa.

Colosal sombra se dibujaba

en la pared de mi escritorio

volando por todo el territorio

una mosca me asustaba.

Dispuesta con la escoba

azoté el aire al azar

siguiéndola con la escoba.

Volví al escritorio pensativa

porque no la pude encontrar

pero allí estaba, inofensiva.