Existo, existo en cuerpo y alma.
Existo todos los días, cada hora, cada mañana.
Pero aunque estoy aquí, quisiera existir solo en las palabras,
en el lápiz con el que escribo sentimientos,
la pluma con la que plasmo confusión.
Quisiera existir solo en los escritos, en los cuentos,
en el mundo de fantasía donde se que pertenezco.
En la melodía de una canción triste que escucha el que sufre,
o en la felicidad de un compositor al encontrar la frase adecuada,
en la pasión de una bailarina que busca expresarse
Y en la franqueza de un actor en su mejor obra.
Quisiera ser un sentimiento, impregnado de emociones momentaneas,
quisiera ser amor, gratitud, esperanza,
quisiera ser tristeza, enojo y añoranza
para poder liberar mi pensamiento y lograr expresar mi alma.
Qusiera ser palabra, letra ardiente y poderosa,
conseguir justicia y mejora en favor de todas las almas rotas.
Pero como se que no solo puedo existir en las palabras,
existo en la fuerza, en la unión y la protesta,
en la libertad con la que hemos nacido,
en la inteligencia que no han de arrebatarnos,
escribo todas las cartas que no he recibido,
y curo corazones con un simple abrazo.
Soy alma, soy persona, soy palabra.