Cuando cae la tarde y el tiempo se hace eterno,
cuando la noche viste de luto los recuerdos,
cuando las bellas flores se arropan con su tallo y duermen las cigarras en los lejanos campos;
cuando la lluvia impregna de nostalgias y frío, los lejanos momentos de familias y amoríos,
cuando los amarescentes tintos ya no bastan, ni curan las doloridas almas...
Entonces, como ungüento en tan terrible ocaso, aparece su imagen con particulares toques en bronce; construida de ilusiones y barro.
Y, como quien te ama, en sublime silencio,
en prosas y palabras, hasta en algunos versos.
Viajo hasta su ventana; que ni siquiera encuentro...
Porqué no decirlo? \'soy fan de sus deliciosos besos\';
como consecuencia: ¡jamás podré tenerlos!
¿Cómo podré algún día?, cómo podré siquiera abrazar su mirada; o dibujarme acaso en el brillo de sus acromáticos ojos brujos.
Cómo podré probar aquellos labios rojos, que se derriten a veces cuando el sol se hace oro.
¿Cómo alguna tarde tan fría como ésta, podré entre sus brazos encontrar el reposo?
¿Cómo? ... cómo lograrlo, si además de todo;
soy solo un soñador, que al mirar su figura se siente en aquel limbo; ni estoy en ése infierno de labios infinitos, y aún, mucho mas lejos, del cielo de aquellos ojos indios.
—✍️ Luis E. 🇨🇴