Asklepios

Todo momento

Todo momento no es desprendible de nada y

tampoco se queja si se le separa,

-aunque ésto apenas sirva de nada-.

Existe ese hilo continuo, quizás con inicio,

quizás con final... 

Lo único cierto que queda

es este incesante y brevísimo estar

que alimenta incansable a lo ya sido

mientras que, al mismo tiempo

espera ansioso a lo que ha de ser,

que es no ser enseguida.