IMER DIAZ MINA

REGRESAS

REGRESAS

 

 

Regresas entera, cual fogata

encendida y mágica,

y tus pasos mudos, ciegos,

cubren en lontananza el

triste remedo de tu voz.

Regresas a mí, cuando

la algarada de tus voces

diluyen el sosiego de mi alma,

mi espíritu y mi carne.

Regresas frágil, cautiva

en la hora de la cena,

cuando el pan se ha quemado en la

puerta del horno.

Regresas indemne, fogosa,

cuando el oráculo de tu suerte

profetiza la agonía miserable

de tu amor y el mío.

Regresas cuando los óbolos rotos de un enigma,

que surcan manchado,

los ensalmos de un vivir, así...

que presupone, reparos ilusorios,

cuando yo en infortunio me marcho.

 

 

Febrero 13 de 2001