Mi mejor amiga, la vida.
Despierto desnudo ante tus ojos, respirando polvo y pobreza.
Veo un enjambre de miradas, algunas reconfortantes, otras de tristeza.
El barro despierta con llanto y las manos agrietadas vuelven a acariciar con sudor a sangre. Me dan calor, mecen mi desconcierto y pronuncian mi nombre.
Mi mejor amiga, la vida.
Los primeros golpes fortalecen mi resistencia y la primavera se muestra sin riqueza. El tiempo me saluda burlonamente.
¿No sé qué pasa por su mente? Pero sé que ella avanza al ritmo de un latido, al menos eso se siente.
La vida es mi mejor amiga.
¿Ahora quién me enseñará a decir la verdad o quizás a mentir?
¿Ahora quién me acogerá por amor o por piedad?
El vástago crece, sin amor y en orfandad.
Intrínseco es el camino que muestra la falta de felicidad.
¡Mi amiga, la vida!
¿Dónde están las almas austeras que se convirtieron en ciegos del olvido y cuyo silencio es más fuerte que mis gritos de auxilio?
Amiga vida, pero al final también me eres indiferente, dejándome desnudo en brazos de una desconocida que hará lo mismo que tú al final.
Mi alma no queda en el polvo, pero fui y dejaré de ser. Mis ojos ven caer la lluvia de otro ser.
Nadie se despide igualmente, solo el silencio lleno de llanto de alguien a quien nunca llegué a conocer.
Autor: Jeyson Barreto Álvarez
<<JTigre>>
Trujillo, Perú