No tenía una razón para verte,
No tenía una razón para escribirte,
Mucho menos llorarte.
El tiempo paso rápido,
El sol quemo mis letras,
El viento se las llevo,
Y la lluvia lo limpio todo.
Aun así te buscaba en todas partes,
En los atardeceres,
en el campo verde,
en el mar,
pero nunca te encontré.
No se si en algún momento me rendí,
nunca lo sabre.
No recuerdo cuanto tiempo paso,
pero decían que el tiempo cura todo,
yo lo creí así.
Pero basto una caminata,
una canción,
y una sola palabra tuya,
para volver a crearlo todo.
Me queman las manos,
mis ojos se nublan,
y en el suelo veo caer gotas.
Aquellas que nunca derrame,
allí entendí que al buscarte,
me estaba buscando a mi,
aquella que perdí cuando te fuiste,
cuando todo termino.
Hoy tu recuerdo me alivia el alma,
me reconforta,
me hace reunirme conmigo,
porque tu ya no estas,
se quedo en el recuerdo,
de mi mente,
y tu del presente,
no lo reconozco.