alegazpa

Ludopatía

Una vez más miro a la vida,

espero que la tragaperra escupa aquello que perdí.

Para poder retirarme de aquí.

Que nada de esto sea tan gris.

Ojalá

hoy el azar se ponga de mi parte.

En estas líneas lo invoco.

No quiero equivocarte,

pues he pecado.

Lo reconozco y lo condeno.

He caído en ese vicio

creado para enturbiar lo ajeno,

alejarnos de lo sereno

y tenernos esclavos,

añorando ser plenos.

Hoy, la virtud se ha ido volando.

La llamo mientras se está alejando

con cada apuesta que estoy lanzando.

 

Quiero esta noche aprendizaje

con ganancia económica,

mas sé que escribir esto es mera cómica,

que no vendrá como ayuda cósmica,

pues el azar es suerte

y, como la muerte,

aparece cuando no se le nombra.

 

Cansado de deambular entre las sombras,

me cobijo en el piar de los pájaros

del árbol de esta vida.

Espero que la fuente que lo riega

limpie mi alma sucia en desmedida.

Yo, camino solo en la avenida,

perdido en horas en las que otros sueñan

que no existieron aquellas despedidas.

 

Mas hoy al escribir, quiero dar la bienvenida

a la verdad y al encanto.

No más atraganto en mi llanto.

De mis labios salen sonrisas

de agradecimientos a esta vida

por haberme hecho caer

y morder

la manzana en la tierra del edén.

 

Sé que mi lengua es bipolar compulsiva,

pero también pasiva,

pues está siendo el viento

quien a través de ella dicte

lo que hoy mi mano escriba.