- ( de la Muestra \"Tierra Oscura\") -
Anónimo sobre el mundo en su encorvada miseria.
Como una miniatura de marfil,
Cubierto en su triste pijama de harapos.
Entre sus pequeños dedos amoratados,
Hay mendrugos de nada.
Restos de algo para acallar,
La angustiante sinfonía de sus vísceras.
Escondido... En silencio...
Agazapado en la pobreza.
Ni hambriento ni harto,
Comiendo las migajas esparcidas en la tierra,
Como un pequeño gorrión desplumado.
Su corazón es un tumor que late discordante,
En este cementerio de muertos vivos.
Tierra de hambruna,
Donde a diario atraca el arca de la muerte
Y se lleva todo rastro.
Entonces el dolor se hace puñal en mi alma,
Como una bayoneta que busca ansiosa la herida.
Mis manos se crispan y me aferro a la pluma.
¡Me niego a amordazar mis versos!
A crucificar como olvido la injusticia...
¡Me niego!
Despierta o sonámbula, viva o muerta,
Gritaré que aborrezco la codicia.
¡¡¡Como se atreven a ignorarlos!!!
¿Acaso no los aturden los estertores de los perimidos?
¿Acaso no les basta con su muerte,
Que quieren vaciar de toda alma sus pellejos?
¡Malditos ricos del mundo!.
Tubérculos dañinos,
De una sociedad enferma de angurria y opulencia.
¡Asesinos!
Si…Asesinos,
Sin importar el calibre de la bala o el veneno.
Lara Ribero