Ahí estoy contigo guitarra.
Junto al bar de la esquina,
en el viejo café,
donde solíamos compartir
con nuestros amigos.
Hoy, enemigos, en fin las cosas
cambian, el tiempo se me agiganta
y una flecha traspasa mi garganta.
Quiero decirte tanto y no digo nada.
Solo observo tus ojos negros
me pierdo en ellos.
Dos agujeros negros que succionan
mi integridad de caballero.
¿Escapemos?
Vamos a bebernos la vida en un beso.
aimara