Ben-.

Luz tranquila-.

Te vi llegar.

Eras, la luz perfecta,

el sol, tras la celosía

de lluvia absoluta, completa.

Dimanabas tu aura,

encerrada en un cuerpo que

todavía no te correspondía,

aunque así fuera.

Como agua que discurre tranquila,

serena belleza, en brazos de manantiales

y pozos secretos, brillantes de estrellas.

Como lengua húmeda que apagara,

al instante, mi sed de ti, que acariciabas

mi puerta.

Te vi llegar, fuera de las tinieblas,

sobre el asfalto intacto de la carretera.

Luz que no admite cenizas-.

 

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