Tú eres el dulce poeta triste
arrancas las lágrimas de terneza
en el llanto puede haber belleza;
el clamor del afligido fuiste...
Qué tendría tu pluma, adolorida
desde las huellas de la infancia
añorando la luz en la distancia
¡La dulce expresión de tu herida!
Faro de lumbre, tu alma, Clemente
que ilumina el sendero del doliente
que arruya al niño que llora...
Tanto tu risa como tu llanto mora
en cada alma, en la tierra nacida,
un amor que llora, ¡Así es la vida!