VERDAD DESNUDA
Dios existe,
no tiene rostro
ni tiempo,
pero lo llevo dentro.
Y en esta lluvia
de verano
asoma su piedad,
¡Irresistible!
Dios existe,
jubiloso y triunfante
va conmigo,
pero a veces
desde mi fondo
y mi silencio
lo siento triste.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario
\"El árbol invencible\"
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