Si para algo hemos nacido,
será sólo para morir,
para aprender a partir
con el pecho muy tranquilo;
el entusiasmo perdido,
el aprender a vivir
con el afán de seguir
rodeado de cariño;
partiremos cual llegamos
con las manos vacías,
pero de amistad, colmados;
las íntimas alegrías,
el bien o mal que sembramos
en lo que fue nuestra vida...