Todo lo que esta sombra
ahoga entre temblores
vive aún en torno
a mi interno sol
en memoria de los dos que somos
cada noche que se escapa sin retorno
adonde no habrá quien oiga
las razones que hay de sobra
para hacerlo como ahora
tan lejos en un recodo
que la derrota es un mal menor
Mi cabezota se da de golpes
contra bloques de hormigón
y sé que soy mi doble
pero me duele otro tanto igual
y no hay luces en el horizonte
ni nadie atestiguando
mi condena que es brutal
y más al darme cuenta
que no es un sueño
que es real
Me miro y soy de carne
un buen pedazo yo además
y tú podrías devorarme
en un caso de extrema necesidad