Un minuto es todo
y también es nada.
Las cuerdas del tiempo
vibran al son del alma.
Y todo corre y corre
hacia tus blancas playas,
a poblar la noche eterna
bajo un manto de agua.
Un beso es todo
y también es nada.
Tus besos y labios
hacia ti me llaman.
Y las horas pasan
y llega la calma
de que seas mía
en cada mañana.