Miré una flor con fijeza
y pronto supe el por qué
en mi alma con gran presteza
honda alegría experimenté.
Fue cuando toqué muy afanosa
esa flor resplandeciente
que al mirarla tan hermosa
quise tenerla impaciente.
Más pronto observé con dolor
en mi mano sangre corriendo
por el pinchazo de la flor
que yo acaricié sonriendo.
Amelia Suárez Oquendo
3-7-2023