La luz corre el telón, abre la escena
de resplendor y asombro que te nombra.
Amanece tendido, dulce tea,
y entrega una noticia de zozobra.
La luz nos sirve espléndida la mesa
donde las pasionarias y las rosas
adornan el jardín que nos estrecha
entre los brazos que la vida honran.
Con el canto de la calandria juega
bajo el tupido sauce que deshoja
y cubre tu infantil figura de hebras,
sonatinas del viento y sus cabriolas.
Amanecida y plácida belleza,
arrullo con que aves te coronan.
En la brizna que arropa nuestra tierra
hay destellos de luces y de sombras.
Danza la vida, para ti, serena,
y con su luz tu candidez entrona.
©JLGalarza