Dos Cuerpos
No contengo más el deseo,
mi respiración crece y mis dedos,
quieren suavemente meterse por tu pantalón,
tan solo tocar tu ropa interior.
Logro sabotearla y llegar a mi ambición,
humedezco mis labios con tu néctar,
aquel que emana tú manantial,
y que me hace perder la razón.
¿Y ahora como contenerme?
si solo saboreo tu miel,
¿de qué manera no desnudarte?
si añoro saborear cada centímetro de tu piel.
Me hiciste olvidarme de todo,
hace no mucho por primera vez te mire,
y ahora en mí pecho descansa tu codo,
desnudo, al igual que tu vientre.
Dos cuerpos entregados con pasión,
húmeda la sabana bajo tu vientre,
el vaivén y la creciente fricción,
acabaron por dejarte inconsciente.
Ahora te veo tendida en la cama,
después de un derroche de calor,
te ves satisfecha hasta en el alma,
¿Y cómo no? Si sucumbiste al ‘hacer el amor’
Derechos Reservados
Autor: César Alanís Morales