“¡QUÉ LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON!”
Te profeso tanto amor
que, rehúyo de este mundo
al sentirme un vagabundo
si me falta tu calor.
Sin tu halo resplandor,
mi destino es errabundo
y, a suspiro moribundo
me confino en el dolor
que, reseca ya mis venas,
si hay caminos separados
que han mustiado el corazón,
Mas en alba de azucenas
de mis sueños embriagados
me despierto en sinrazón.
¡”Qué los sueños, sueños son”
nunca tuvo, en mi ignorancia,
tal valor y tal fragancia!
Rafael Huertes Lacalle