Lo que fueron estrellas
fugaces en la noche
se han tornado vulgares
circunloquios predecibles,
insípidas palabras
tan vacías, que aburren
en un bucle que no acaba…
Me alejo de esa cháchara infumable
de voces vacías y sin lustre…
Lo que fueron destellos
fulgurantes boreales,
son hoy ruidos banales
tan manidos, que suenan
a mentira repetida…
Parecen estrategia
de quien busca su barca
salvavidas, descargando
en el mundo las razones
de su triste presente descarriado…
Siempre queda el paseo vespertino
que nos vuelve a otros tiempos y lugares…