Verano ardiente
La sombra del verano va cayendo, agobiada de calor, sobre el tejado,
la noche distorsiona el viento caliente veraniego, azotando a la pradera,
al final del día, de noches pasionales extraviadas y lejanas del pasado,
en el ocaso del verano ardiente entre el calor humeante del atardecer;
sopla la brisa del otro lado del río, en la bruma; alegrando a la ribera
Las gaviotas huyen del calor revoloteando entre la espuma del oleaje
Mientras la indiferencia, escucha el eco de la sinfonía del atardecer,
entre hojas secas, cayendo sin vida, agobiadas tapizando la pradera;
asoman linternas, en noches de recuerdos del verano, en el estiaje