Quise sembrar flores en tu jardín
amanecer enredado en tus cabellos;
con aroma de fino jazmín
como el más bello destello
que brilla en el cielo de mi cielo;
desnuda la brisa de mi desvelo
en el amanecer de tu encanto
en ensoñaciones me levanto
tocando de tu piel el deseo
que lleva al final de la frontera
de lo etéreo y lo sublime;
tú libido casi extasiada
en el límite no exagera
como lluvia presagiada
a todo el cuerpo redime.