Alma triste me acompaña
en este mundo vacío;
alma triste, enamorada,
aunque mustio siempre vivo
cuando voy por las ciudades
y recorro sus caminos
viendo gente que camina
con los ojos muy dormidos
sin mirar los animales
con navajas cual felinos
en sus propias madrigueras.
Y serpientes que en sus nidos
enrolladas, traicioneras,
van metiendo su colmillo.
¡El ayer se ha transformado,
ya no vuelve lo vivido!
Este mundo está plagado,
de miserias y sumisos.
La garganta se ha callado…
ya no escucho el mismo grito.
La injusticia galopante,
pone el corazón mohíno.
Mientras tanto: ¿Qué pensamos?;
y entre tanto… ¿Qué decimos?
Miramos y nada hacemos...
¡No sigamos indecisos!
El presente está inundado
y en un lago sumergido.
Es un lago de ignorancia...
¿Cuál será nuestro destino?
Qué tristeza da saberlo
y aún más triste, admitirlo,
que en las cosas más banales
vive el mundo entretenido.
Y las redes más enredan
el presente tan sombrío
porque a diario se perciben
caminando sin sentido
las hermosas primaveras
porque viven en el limbo
buscando vivir la vida
sin proyecto, sin destino,
cosas fáciles y vanas
que no ofrezcan sacrificios.
Ya no quieren ni consejos
en un mundo corrompido.
¡Qué será de nuestro mundo
con tanto y tanto cretino
que se cree suficiente
aunque ayer haya nacido!
¡La mediocridad abunda.
No es ofensa, buen amigo!
Ya no importan las verdades
en el diario matutino.
Valen más, debo decirle,
charlatanes… ¡Qué fastidio!,
que en las redes con sus memes
solo hay burlas… ¡Qué martirio!
No parece nada serio
y es un serio desperdicio
del tiempo y la misma vida...
¡Qué se van como un suspiro!
La traición se ha vuelto moda
en los nuevos laberintos.
Las palabras rimbombantes
van en boca del más vivo,
del cretino y sinvergüenza
que farsante, no creímos.
El corazón se contrae
y se arritmia ya afligido
por los grandes temporales
desbordando vastos ríos
con tristezas, con angustias,
que aceleran los latidos
de los pobres corazones
que no cantan como mirlos.
Y entonces, yo me pregunto:
¿Cuál camino ahora elijo
si seguimos ignorando
que vamos a un precipicio?
Este mundo decadente
en el que ahora vivimos
no tendrá un feliz futuro
si no tiene el justo giro
para dar nuevas señales
que nos den un pronto alivio
que nos nutra la esperanza
sin sufrir ningún suplicio
que remueva las entrañas
como el eco en un abismo
que se ahoga en el silencio
si los gritos ya perdimos.
Como pájaro que al vuelo
feliz vuela con su trino
yo les digo, yo confieso,
que no estoy muy convencido
que la fe se encuentre muerta
y a luchar yo les animo.