Las amapolas
brotaban en los campos
y en las praderas.
Bello tapiz,
extenso nos dejaban,
con sus colores.
Flores livianas
de pétalos muy suaves
y agradecidos.
Son como besos
que rozan los sentidos
con sus caricias.
Dan a los ojos
un toque de frescura
con su presencia.
Indican vida
que anima a las pupilas
y corazones.
El alma calla,
suspira en el silencio
y se estremece.
¡¡Cuánta belleza
derraman y nos dejan
las amapolas!
Son un susurro
y un beso de los cielos
para los hombres.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/07/23