Miguel Angel Altuve

Acordarme de mi Madre.

De mi Madre me acuerdo cada mañana fría, al momento de ir a ver a mis hijos y arroparlos nuevamente.


De mi Madre me acuerdo, con el aroma de la manga de café al colarlo, su suéter corrido en el brazo y hablando sola en la cocina, lavándose las manos para hacer otra arepa a mano alzada.


De mi Madre me acuerdo cada bendición que doy a mis hijos, paso mi mano por su cabello y beso su frente y le pido a Dios en silencio que me los haga gente de bien.


De mi Madre me acuerdo cuando regaño a mis hijos, por mucha bulla o por desorden, por los vasos en los cuartos o las botellas del agua vacía, y termino la frase diciendo “dije, mandé y ordené”.


De mi Madre me acuerdo cada segundo que no la tengo, que aún viva pero no teniéndola conmigo la siento susurrarme al oído cada “Dios me lo cuide” y “pórtese bien” como lo hizo por tantos años.

De mi Madre sólo debo decir, como de todas las Madres, que Dios les tiene preparado un lugar especial luego de partir, amar de manera incondicional no es un fenómeno que se pueda descubrir y demostrar como lo hace una Madre.

Para ti mi Rosa, para mi vieja linda que tanto amo.

ma2c.3008