CANCION PARA MI SOMBRA
Descansa sombra, descansa, y ya no sigas mis pasos,
que las calles se hacen tedios cuando me toca pasar,
y si tú no te recuestas en la solapa de un árbol
muy pronto serás un hambre para mi cuerpo sin pan.
¿Acaso no te lastima contemplar siempre lo mismo,
ese ser yo, y mis espaldas, ligeramente encorvadas,
y el humo de mi cigarro, y mi tos toda vendada
con la miel que una cuchara me da al llegar los inviernos?
¡Mira! ¿No ves que mi piel, de amores, hartada un día,
se ha quedado sin mujer, sin perro ni algarabía,
y va por la calle sola, borracha de negros soles
esperando un vendaval de arrugas sobre la frente?
Descansa, sombra descansa, que ya no hay en mi vida,
sombra alguna de mujer, ni de perro o de cuchara,
que te haga compañía en estos momentos tristes
llenos de aves ausentes y de silencios de plomo.
Algún día llegará, como todo llega al cabo,
la hora que tú ya sabes y que yo también se,
y sola te quedarás sombra amiga sin mi sombra,
y sombras los dos seremos en un mundo ya sin sombras.