Me dolía tu partida y todavía me duele, pero me acostumbré a ese dolor porque sabía que no ibas a volver.
Tantas promesas que ninguno de los dos logramos cumplir o no quisimos cumplir.
Me duele tu ausencia, pero aprendí a vivir sin ella pues no es amor si te sientes obligado a quedarte.
Ayer me senté en el columpio que solíamos pasar las tardes y me llegaron los recuerdos de tú y yo juntos, pero solo son esos RECUERDOS.
Trato de no volver a amarte, pero es complicado porque contigo fue que empecé a vivir y a sentir.
Me acostumbré a tu presencia que me es difícil no pensarte.
Quizás lograste encontrar el amor que tanto buscabas.
Y me duele el saber que aquella sonrisa que me regalabas ahora se la regalas a otra persona.
Tantos momentos juntos que al final se perdieron.
Y tantos te amo que al final ninguno de los dos logró decir.
Pero a pesar de todo te pienso como si fuera el primer día de tu lejanía...