La plenitud madura de este fruto
está en el corazón de lo vivido
y madura con néctar impoluto
cuando aprendo a apreciar todo latido.
La intimidad profunda de las cosas
que en su vientre secretan un lenguaje,
con las sustancias densas y melosas
las hondas experiencias de este viaje.
Para apreciarte bien como mereces
bajo espléndido sol del mediodía
donde con tu presencia me encandeces
siendo tú la razón de la alegría
indago entre lo simple de mirarte...
y con exaltación... a flor de piel,
puesto que en el sentir aflora el arte
de probar de la vida agreste miel.
©JLGalarza