Difícil pedir perdón
a quienes hemos dañado,
mal que llevamos anclado
cual lastre del corazón;
pero, yo pido perdón
a quienes he lastimado
o sin querer he golpeado
sin más consideración;
quero seguir mi camino
sin recuerdos ingratos,
de algún muy agudo espino
por inconscientes maltratos:
regálenme el don divino
de ese perdón esperado...