En ocasiones regresas a mi mente, y por más que evito imaginarte, me es imposible no obedecer tu falsa sonrisa.
En ocasiones regresas a mi mente, no entiendo cómo en mi sueño puedo volver a sentirte, y me confunde saber que ni siquiera ahí pueda tenerte.
En ocasiones regresas a mi mente, el viento de la noche es cómplice de tu maldición, juraría que le has pedido a la vida que nunca te olvide y que a ti siempre pertenezca mi corazón.
En ocasiones, bueno, en realidad ya no hay ocasiones.
En mis respiraciones percibo tu nombre, en mi inhalación regresas a mi y en la exultación se rompe mi corazón.
Con el pasar de los días me he acostumbrado a respirar, me he acostumbrado a morir.
En ocasiones, bueno, ya no hay ocasiones. Te extraño.
En ocasiones, bueno, ya ni lo diré. Te quiero.