Las consonantes se callan; quedan mudas las vocales,
y el cielo envía señales, cuando tus ojos me hablan.
Las palabras son hermosas cuando brotan de tu boca,
y tus besos me provocan una paz que al mundo acalla.
Las hojas están en blanco y llenas de adolescencia;
el sufrimiento es de otros, y el futuro es pura ciencia.
Las páginas del dolor… ni siquiera imaginadas…
Si los te amos son nuestros… lo demás… no importa nada.
El pasado no ha nacido; y queda lejos mañana…
de testigo una ventana, llama a un ángel con chasquidos.
La lluvia empieza despacio, pero no nos damos cuenta,
porque el universo es nuestro… con un medallón de menta.