Puedo decir que la fé me complementa,
que el pasado me enloquece y alimenta,
porque pertenezco a la tierra, a las ideas,
a las luz que se halla en la profunda oscuridad,
a las piedras llenas de arte que encuentras en los senderos,
a las flores solitarias y la estrella apartada del cielo.
Vengo de la historia, de la sangre derramada injustamente,
de la voz de la libertad en boca de los humanos,
de las mentiras insensibles que descubren los justos.
Inicio mi camino en el respeto, en los sueños y el honor. Y termino en la paz, la empatía y resiliencia.
Pertenezco al mundo, a la vida, al amor,
a las ilusiones perdidas y al deseo de un mundo mejor.
Si ahora me he descrito, ¿puedes decirme que soy?