Danny McGee

MARY.

MARY.

A veces yo quisiera que un beso nos uniera en una misma noche, en un encuentro único en donde yo repose calmado por tu cuerpo; llevarte a lo más lejos tan solo con un beso, cegar mi sentimiento y no hablar de lo que quiero.

A veces pareciera que ni la primavera comprende lo que es esto, que es más una locura, que nada mío es nuestro, que todo es culpa tuya y yo me culpo luego.
A veces yo enloquezco por no querer ser cuerdo y entonces te parezco un hombre del infierno, y no es tan verdadero ni mucho menos cierto, no es, Mary querida, lo que en verdad pretendo.
A veces pareciera que baja la quimera sin entender qué es esto, que es más una locura, que nada mío es nuestro, que todo es culpa tuya y yo me culpo luego.

A veces yo quisiera que un beso nos uniera en una misma noche, en un encuentro único en donde yo te tome de un lado de tu cuerpo; llevarte a lo más lejos tan solo con un beso, cegar mi pensamiento y no hablar de lo que quiero.