¿Cómo decírtelo?, ¿Cómo hacerte saber que te sigo adorando?, que duermo con la ventana abierta, las cortinas al aire y la mirada a la luna para ver si apareces, que las estrellas me recuerdan a tu nombre y que no tengo más, sino que soñarte, ¿Cómo decir que no soy tan valiente y que no podré soltarte tan fácilmente?
Si tu presencia fue la pavesa que incendió esta foresta, ¿Qué más me queda ahora, respirar tu ausencia?
¿Qué más te queda a ti ahora, dejarme en la repisa, sepultarme con el polvo que sepulta a las cosas que se olvidan?, ¿Qué más nos queda ahora, seguir con nuestras vidas?, lo cierto es que he llegado al comienzo de la orilla, donde la dulce brisa cura cada una de mis heridas.
He llegado a la orilla, que no es la orilla de la cornisa, tampoco la de tu silueta, ni la de tu sonrisa, es la orilla donde todo termina; el dolor, la risa, la música, el amor, el cantar, el cuar del cuervo, ¿Cómo decírtelo?, ¿Cómo explicar que mi corazón se debilita cada día que no estás conmigo?, ¿Cómo decirte que te extraño?... ¿Cómo? Si no eres consciente de dolor y de mi llanto.