Patricia Aznar Laffont

A mi Alma

Basta!

Silencio!

Callá, Alma!

No Cantes Más esas Notas Atonales,

Sin Mirar 

Hacia Afuera,

que la Vida No es Sólo 

Sentimientos Difusos

de ésa, tu Singular Visión

 Deformada...

 

Esperá!

Que la Historia no es Única

Ni tal Real,

Ni tan Dura...

 

Que el Agua y la Sal

no Son Sólo Lágrimas,

sino

También,

 

el Baile Ondulante

y Feliz

de un Profundo Océano Azul

de Espumas Blancas

y Plateadas...

 

Pensá!

Que las Llamas del Fuego

No sólo Queman,

sino,

También,

Regalan Tibieza

al Frío 

de un Helado Invierno...

 

Que las Aciagas Tormentas

No Sólo Devienen

entre Húmedas Paredes

sino,

También Concluyen

Lerdamente,

Dando Luz a un Arco Iris Triunfal

que Sorprendería

a tu Tan Solitaria Mirada...

 

Intentá Alma!

 Desplegá de una Vez esas Alas!

Abrí las Ventanas! 

Sonreíle a ese Submundo

de tus Días Desvanecidos y Sin Nombre,

 

Que la Vida está Afuera,

 

(Está Afuera, Alma!

y Te Espera!)...

 

(Patricia)