Muchos te llaman papi, papá o viejo
otros simplemente pipo, padre o puro
y aunque a veces resultes añejo
contigo nos sentimos seguro.
Te hablo ahora solamente a ti,
mi superhéroe y mi guía,
cada consejo que me decías
me ayudan cada día.
Eres mi modelo a seguir,
para mí eres perfecto,
te agradezco por existir,
por tus virtudes y defectos.
Gracias por formar a nuestra familia,
y mantenerla siempre unida,
por cada una de tus venidas
en las noches a velar nuestro sueño,
por los juguetes de cuando era yo pequeño
que me hacías de plástico, cartón o madera,
me encantaban y de qué manera.
Eres mi mejor amigo,
eres mi persona favorita,
siempre estás conmigo
desde ahora hasta horita.
Te agradezco por regalarme una hermana,
por cuidar de nuestra abuela,
ayudarla a que esté sana
y viva como una estela.
Gracias por tu forma de ser,
por tu manera de educarnos,
por regalarnos tu saber,
y por tu forma de cuidarnos.
Agradecerte por tus horas sin dormir,
por ser nuestro sustento,
por jamás querer partir,
y también por el alimento.
Gracias por los valores que nos enseñaste,
y la forma en que nos criaste.
Gracias por tu paciencia,
y por tener limpia tu conciencia.
Gracias por cada explicación,
y por siempre tu recomendación.
Gracias por ser así,
y depositar tu confianza en mí.
Gracias por tu ingle de varón,
y sobre todo gracias por tu corazón.