Escucho sólo al silencio,
tengo frío y es de amor,
la imaginación y el sueño
son las sombras de mi sol
y no quiero yo perderlos
por ser mi único calor,
por ser cuerpo del consuelo,
por abrirle al corazón
la ilusión por un te quiero
dicho con tu misma voz.
Y me dormiré tan quieto
que el abrazo de la almohada
tendrá forma de tu cuerpo
y se hará la noche larga
pues aquel que ahora se acuesta
no despertará mañana.
Es la noche quien te llama
y es el sueño quien te acerca
y en el alba de la aurora
tu figura se evapora.