De este lado de la esfera
Estoy yo.
Y tú del otro. Bajo el soslayo de tu mirada, los mismos.
Ellos, abriéndose camino, trazan líneas de pinceles suicidas en su espera.
Las vidrieras de los rascacielos esculpen nuestras imágenes en sus marcos nocturnos.
Bardos de bocas amanecidas, claveles flameantes;
risas de un fantasma 👻 en el lobby o el bufet de las piruetas.
Las luces del neón traducen sus partituras de terciopelo
y los grafitis escupen ronroneos de gatas enamoradas.
Las horas como manchas grises, han cambiado los trajes de novia y visten negociado luto.
El vendedor, el taxi, el baratijero llevan cirios para intercambiar por girasoles guerreros.
Los diarios hacen sopas interactivas y montan sus campamentos con letras mercenarias.
Y en letra muy menuda, pero muy menuda: \"El crimen ya pagó sus pasantías\".
Las lágrimas surcan las mejillas y semejan gigantescas crisálidas;
diamantes suspendidos en los cielos nocturnos.
Las mariposas que emerjan replicarán poemas de amor, de locuras y sueños; serán viajeras incansables
y plantarán en cada puerto, en cada rincón, en cada pueblo y nación su voz de fugitiva mariposa.
¡Ah, 🦋 mariposas de fuego!
En el solaz de tus alas se acuna el silencio de las almas.
Y cuando la flor abra sus pétalos el poema alambicará su vuelo.