En la senda del destino
se escuchan pasos persistentes,
susurros del pasado,
pinceladas de ilusiones.
El silencio
clama respuestas...
Una señal en el abismo,
un lucero en la mañana,
una canción desesperada
en el minutero de un naufragio.
Con pétalos de primavera
el corazón hace un verso,
el alma transforma una lágrima,
y el amor, en su destino.
NDS