Ceci Ailín 💕

Mi amor cortazariano

 

💔❤️‍🔥

Él no se la jugó por mí, cómo yo sí lo hice por él. Por amor, un día me decidí y pegué el volantazo. Esto puede sonar a reproche. Es como él va a interpretarlo, así de bien lo conozco. En cambio, es en realidad un autodescubrimiento, un signo de que nuestra relación no ha sido de total reciprocidad.

Ese sentimiento de amor, esa fuerza imparable, esa chispa que sentí... No es algo que haya estado bajo mi control, mi responsabilidad era limitada. Cómo si se pudiese elegir en el amor... Contra el enamoramiento no hay mucho que hacer, o te cortás la cabeza o te extirpás el corazón. No hay mucho más, es imposible razonar. Y justamente eso me desestabilizó. ¿Cómo podía ser posible que yo, su terapeuta, no tuviera las riendas de la situación? Mucho tiempo negué lo que sentía, para no hacerle frente a esta debilidad mía, la necesidad irrefrenable de tener bajo mi control las circunstancias, aunque fuera algo indomable como lo es un sentimiento de amor. 

Sentí que no me quiso como yo lo quise cuando no se la jugó por mí. Y eso, lo atribuí erróneamente a que yo no era suficiente, a que yo hice las cosas tan mal que no merecía ese amor que le pedía, que no merecía sentirme amada por él. Mis ganas de vivir y de sentir un amor como ese que me embargaba el ser, contrastaron siempre con su tristeza eterna y melancólica y con sus miedos tan incapacitantes. Creo que no me quería, que solamente quería la imposibilidad tan obvia de quererme como la mano izquierda enamorada de ese guante que vive en la derecha... Y eso no ha sido su culpa, tampoco la mía, sólo nos encontramos en un momento de la vida donde simplemente... ya era demasiado tarde. Su corazón ya no guardaba ninguna ilusión que lo hiciera latir más rápido al verme. Para él, la ilusión es un bicho peligroso con el que hay que andarse con cuidado, mientras que para mí, la ilusión es el motor de la vida y de los sueños... Aun así, solíamos preguntarnos... \"¿Dónde estuviste toda mi vida?\" que llegaste a mí tan tarde... 🥀

J... Escribir tu nombre en mi último poema ha hecho que un cosquilleo constante me recorra cada fibra del cuerpo, aunque vaya rumbeando a aceptar, de una vez y para siempre, que esta historia inconclusa se quedará escrita en una hoja de papel que arrancaré del libro de mi interior. Pero no para que arda en la hoguera de una noche de fiesta como en mi poema, sino para poder leer entre líneas, para poder darle otro significado a lo que vivimos, para aprender. Porque al final, ha sido eso: fuiste un misionero en mi vida, una bisagra, un cachetazo que me hizo despertar, un puente que no me sirvió para llegar a vos porque siempre se sostuvo de un sólo lado, un baile sin canción donde te sabías perfectamente los pasos, la coreografía para acercarte a mí y llegar a amarme y a conocerme, pero te faltó la melodía que te impulsara, la valentía esa que se necesita para jugarte por amor, para tirarte a una pileta que no sabés si tiene agua, para lanzarte al misterio de una noche sin estrellas con una linterna a media pila... Romper esquemas, pegar un volantazo, lanzarte al vacío, correr riesgos, romper toda tu realidad... Entiendo que tal vez no me querías por mí ni por vos ni por los dos juntos, no me querías porque la sangre te llamaba a quererme, me querías porque no era tuya aunque así lo quisieras, porque estuve siempre del otro lado, ahí donde te invitaba a saltar y no podías dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estuve en vos, no me alcanzaste, no pasaste nunca de mi cuerpo... Te pedía muchísimo. Hoy lo sé. ❤️‍🩹

Me has enseñado tanto. Me mostraste el camino de la fe al acercarme a Dios, me enseñaste a apreciar la belleza del cielo cuando me siento muy nerviosa, a respirar hondo para encontrar la calma, me enseñaste a quererme y a respetarme a mí misma, que un simple cambio en el color del pelo puede significar baja estima propia con tal de agradar al otro. Supe de la existencia de los caramelos de propóleo, de mi predilección por el capuchino de vainilla, descubrí que puede hablarse durante horas a partir de preguntas totalmente random y tener charlas interminables de madrugada sobre temas que a nadie le interesan... y que a los dos nos llenaban de compañía las noches... y el alma. Me encantaba cómo me seducía tu inteligencia y tu alter ego al caer la noche, cómo picanteabamos la cosa, aquel que daba rienda suelta al deseo que reprimía tu corazón y al que llamabas Homero... A él, que sé muy bien que le gustaba de mi cuerpo el sexo, del sexo mi boca y a mí de tu boca tu lengua... Esa lengua que fue mi perdición, la que más me gustaba, tanto por tus besos como por tu palabra🔥 Y hasta ahí, de ahí no pasábamos aunque nos mataran las ganas, porque sentías que sino, descenderías al segundo círculo del infierno por pecar así, y que Dios jamás te lo perdonaría...

Empecé también a disfrutar de otra manera la música, hoy para mí oír el rasgueo de las cuerdas de una guitarra es un sonido especial, una escalera al cielo... 🎸

Quise que me contaras más recuerdos de tu infancia, como aquel de la pelota o de la Navidad en familia... quise formar parte de tu vida, quise que conocieras el amor de mi mano y mostrarte que no tiene por qué doler, quise ser la primera mujer que tocaras, sí, quise hacerte el amor y que me lo hicieras, quise descubrirte desnudo en cuerpo y alma mientras te enseñaba a amarme, quise ahuyentarte los fantasmas y el miedo, quise que también me amaras, quise ir a dormir con vos sin que hagamos el amor, sino dejando que él nos hiciera a nosotros...

Quise tantas cosas, y al final... Me dejaste ir como Dalí a sus moscas... y todo quedó en nada. No, en nada no. Quedó en distancia que me apuñala de recuerdos con cada día que pasa, en noches de insomnio, en dolor, en lágrimas, en poesía, en un alma desnuda, en horas interminables esperando un mensaje, en una búsqueda constante de esa paz que se ha ido con vos, en imaginación desquiciada, en pendientes, en una historia inconclusa, en muchas reflexiones con moralejas y enseñanzas, en el cuidado de mi plantita, que resignifiqué como mi amada profesión... 

Me has enseñado tanto. Desde ese mismo instante en que nuestros teléfonos se conectaron para aquella primera sesión por videollamada. Te convertiste en el caso más difícil de mi joven carrera, y a la vez, en el hombre que me desafió internamente a replantearme mis debilidades y fortalezas, mis miedos, mis inseguridades, mi manera de amar, mi yo más profundo. Me has enseñado tanto, tanto de mí misma. Tanto que hoy acepto que siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte. Tanto, que me has dado el empujoncito que necesitaba para salir de una relación en la que no era feliz, entendiendo que igualmente jamás seríamos la pareja perfecta porque la aritmética nos falló, y que de uno más uno no han nacido dos sino tres... y también la inspiración para empezar a cambiar aquello en mí que no podía cambiar, que no sabía cómo, y que hoy estoy logrando hacer, de a poco, cómo la oruga en pleno proceso de metamorfosis, dentro de su Pupa... 

Aunque ahora mismo contengo las lágrimas, mi alma tiembla y grita gratitud hacia la tuya. Y sonrío. Sonrío como me decías que sonreía al celular cada vez que me llegaba un mensaje tuyo. Y me entristece. Siento tristeza porque te extraño horrores. Y no puedo hacer nada. La maldita impulsividad nos separó, el miedo te alejó de mí... Estas palabras no te llegan, como mi amor no logró acercarnos, tampoco logró curarte. Tu abrazo ya no lo tengo, y el pensamiento de que no voy a volver a sentirlo me inunda de pena. Hoy puedo admitir y salir de la jaula dorada de la negación, hoy puedo decir sin ningún asomo de duda que te amo. Que me enamoré de vos perdidamente. Que tu ternura me cautivó. Que deseo con toda mi alma estar cerca tuyo, que me hagas upa como en aquellas últimas tardes de diciembre y quedarnos así por siempre. Así me lo decías, que si fuera por vos, estarías conmigo así, todo el día, toda la vida... Pero eso solo se hace realidad en los cuentos de hadas. El amor en la vida real no es tan maravilloso, y hoy sólo me toca respirar tu ausencia, sobrevivir de recuerdos y de fantasías. Y te extraño, la puta madre, cuánto te extraño.

Mi amor cortazariano, ese que como un rayo me partió los huesos y me dejó estaqueada en la mitad del patio...

💔❤️‍🔥

 

Ceci Ailín

(y Cortázar)

 

Lluvia de medianoche del 18 de julio, 2023.

Mar del Plata.