Pyck05

SOBRE LA MANO...

Sobre la mano
estabas, mariposa,
adormecida.

Era el descanso
después de un largo viaje
el que buscabas.

Y aquella mano,
(la tuya, la recuerdo),
se lo ofrecía.

Eran tus dedos
un nido de caricias
y de reposo.

Y tus pupilas
brillaban con orgullo
en la mañana.

¡Qué bello instante
dejabas con tu gesto
y en un suspiro!

Yo me acerqué,
despacio y en silencio
hasta tu lado.

Y contemplé
la magia de aquel acto
y tu sonrisa.

Busqué tus labios
robando de los mismos
una sonrisa.

Se abrió tu mano
volando hacia los cielos
la mariposa.

Rafael Sánchez Ortega ©
17/07/23