Aquél día, símbolo de una apertura;
De este valle de la alegría;
Que logra en mí una armonía;
Viendo con mi alma tu dulzura.
Tú qué estás llena de hermosura;
Y yo, testigo de tu melodía;
Soy felicidad con tu compañía;
Como el lienzo junto su pintura.
En esta vida deseo tenerte;
Significando más que felicidad;
No me cansaré de poder valerte.
Sin el valle no habría claridad;
Sin ti tal felicidad no existe;
Sin este amor hay tal oscuridad.