El mar se viste de galas
moviéndose fuertemente.
Y el ave vuela al poniente
con mucho ritmo en sus alas.
El rico aroma que inhalas
de la sal, sobre las olas…
(Que revuelcan caracolas).
Son aromas a recuerdos
o quizás, a desacuerdos,
que recuerdas siempre a solas.
Los mares tienen su fuerza
y también sus hondonadas
donde hay cosas alojadas
que se ocultan, y él refuerza.
¡Ay de aquel que no se esfuerza
y navega en esos mares
aunque den sus avatares
a la barca de la vida!
¡Oh, no la des por concluida
a pesar de los pesares!
Los mares con sus vaivenes
siempre a diario navegamos.
Y la vida, la entregamos,
con amor o con desdenes.
Y si el ímpetu mantienes
a pesar de un cataclismo
para ti, va este aforismo:
«Nadie muestra cobardía,
en su lucha día a día,
si creyendo va en sí mismo».