La concha de Dios es hermosa
esplendorosa, vigorosa
psicótica
La concha de Dios es suave
jugosa, inteligente, menesterosa
delirante
Gracias a Dios estoy muerto...
Y veo vivos gritar
y desubicarse y sonreir
a las lombrices de los más tercos
cementerios...
He visto a mi padre llorar
he visto a mi madre llorar
He visto a mi hermano llorar...
y era como tragarme mil abismos
y abrazar la locura y la tristeza
y el dolor de las entrañas de los ríos...
La vida se detuvo en ese niño
pidiendo limosna...
sucio, maloliente, ignorante
desvalido
Y de los orines de las mujeres viejas
beberé sus fluidos
en una copa transparente
de su bilis beberé tambien
hasta emborracharme
y caer desfallecido en una calle cualquiera
de mi ciudad