La libertad es nuestra esencia,
pasión y arte que nacen
de las entrañas que, desatadas,
rasgan la camisa,
y es un traje a medida
con versiones contradictorias.
La libertad es el poder
y el contrapoder.
Es un radio de aros concéntricos,
es la conciencia crítica
y son páginas alborotadas
escritas a contracorriente
por un poeta reincidente,
irreverente, deshauciado,
apaleado y desterrado.
La libertad es una Jota en el campo,
honesto pastor de Andorra,
y es un súbdito insolente,
una pincelada apasionada
de un Goya indomable.
La libertad es mi sangre,
inconmensurable Benedicto XIII,
es una tormenta de verano,
una rosa en diciembre
y un verso libre rebelde.
La libertad es vivir sin reloj
en una Europa decadente.
Es quemar el pañuelo
que seca mis ojos,
es el viejo Aragón,
es creer lo imposible
y levantar el vuelo.