Manuel Valles

Oda a una planta silvestre

Apareció un día

y mis ojos se alegraron de verla

y allí estaba...

indefensa

diminuta

siempre sumisa a la voluntad del sol

y del viento.

Apareció un día con la lluvia

y al poco tiempo

se fue apenas el frío

comenzó a helar el verde de sus hojas

y el morado

de sus pétalos pequeños.